El Neuroma de Morton o metatarsal, fue descrito por un cirujano callista en 1845, Louis Durlacher. A finales del siglo XIX, con Thomas G. Morton definió el neuroma tras un estudio suyo con 12 sujetos, como una alteración neurológica, en la que se puede afectar cualquier nervio del pie aunque la localización más frecuente y principal es el tercer espacio interdigital.
Se trata de una hipertrofia de los haces de nervios aunque los haces degenerativos que se producen en el nervio no constituyen un verdadero neuroma, tratándose de una alteración degenerativa no proliferativa, y no como un tumor verdadero.
Como maniobras clínicas utilizadas están: